La elección de un nombre tiene una importancia fundamental y es una de las decisiones claves para cualquier tipo de empresa, producto o servicio que se quiera presentar al mercado. Cuando en el año 1971 Starbucks abrió su primera tienda en Seattle nadie creía que fuera un buen nombre para una compañía, cuya intención era convertirse en una marca a nivel internacional y conseguir que algo tan “mundano” como tomar café pasara a ser una experiencia social. Unos pocos años después, cuando pensamos en café, pensamos en Starbucks y cuando alguien piensa en la compañía americana piensa en café. Eso es lo que debería conseguir El Corte Inglés con un nombre tan “original” para su marca de móviles como “Sweno”. Al crear una denominación se busca que sea sorprendente, fácil de recordar y de pronunciar, sonora, sugerente y por encima de todo que cuando alguien piense en tu producto, lo asocie rápidamente a tu marca. Eso es lo que busca ahora la cadena española, que además de intentar cumplir todos los requisitos de una “buena denominación de marca”, quiere que cuando pensemos en operadores de telefonía móvil de manera espontánea pensemos en “Sweno”, pero la cuestión es que Starbucks no tiene competencia, sin embargo operadores de móvil hay muchos y diversos. Me parece que no lo tendrán fácil, eso seguro.
De cómo El Corte Inglés puede aprender algo de Starbucks
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